El Trops Málaga cumplirá el próximo año una década de historia con la actual denominación. Aunque este proyecto comenzó en el colegio Maristas en 2014, no fue hasta junio de 2016 cuando tomó el nombre de Club Balonmano Ciudad de Málaga, con el objetivo de liderar el balonmano masculino de la ciudad con un equipo con ambiciones deportivas y que representara y se identificara con Málaga. Su primer presidente fue Chicho Armada, exjugador del Maristas en la fructífera década de los 80, y a mediados de la 2017-2018 accedía al cargo el abogado Alberto Camas, quien también llegó a jugar en el club colegial del barrio de la Victoria, en su caso, como portero, pero en categorías base.
La temporada siguiente del debut de Camas en la presidencia, el cuadro malagueño conseguía el ascenso a la División de Honor Plata con un plantel de ensueño, tras fichar a jugadores con bagaje en la Asobal, como el portero Jorge Oliva, y los jugadores de campo Curro Muñoz, Agustín Vidal, Jesús Hoyos, Nacho Moya, que no llegó a estrenarse al ser traspasado al Wisla Plock polaco que participaba en la Champions, el joven internacional Álvaro Cabello y el experimentado Adrián Portela, que procedía del River Plate argentino. Fue el principio de una trayectoria impecable de un club, como el Ciudad de Málaga –hoy Trops Málaga por acuerdo de patrocinio–, que después de siete años en los que su primer equipo se ha mantenido en la siempre complicada segunda categoría del balonmano nacional y a punto estuvo de dar el salto a la Asobal en la 2022-2023, hoy es una entidad conocida, respetada y admirada a nivel nacional, con una base que ha ido creciendo en cantidad, con equipos incluso de veterano y down, y en títulos, lo que le ha convertido en un referente en Andalucía en muy poco tiempo. Y es que, al margen de los logros en campeonatos andaluces y la participación de sus jugadores en diferentes selecciones, su juvenil de División de Honor se proclamó subcampeón de España en mayo del pasado año.
Uno de los principales artífices de este éxito, el ‘alma mater’ y la cara visible del club, ha sido sin duda, su presidente, el incombustible Alberto Camas. Sin embargo, casi recién empezada su novena temporadas al frente de la institución deportiva, el abogado malagueño y vicepresidente del Consejo de Administración de RocaJunyent Grupo Gaona, ha puesto fin a su cargo, después de haber proporcionado visibilidad y estabilidad económica al club gracias, en parte, a la creación de un clúster de empresas que lo patrocina, además de la apuesta decidida de Trops, que acaba de firmar tres temporadas más como patrocinador principal, y la colaboración de las principales instituciones y Fundación Unicaja.
El adiós de Camas, tras unas elecciones anticipadas al presentar su dimisión consensuada con el club, se debe, “a que, tras ocho años y medio, empiezo a estar falto de frescura y de intensidad”, ha comentado el todavía presidente del Trops en funciones por unos días más. “Hace ya algunas temporadas, veía que llegaba mi final y, además, establecí como norma que el club no debía tener directivos con hijos en el primer equipo y mi hijo Xavi tiene este año ficha con equipo de la División de Honor Plata. Hace dos temporadas, intenté dejar la presidencia, pero lo cierto es que no tuve relevo. En cambio, ahora sí. Ha llegado ese relevo con José Carlos Espina”, ha explicado Alberto Camas, que se marcha con los deberes hechos y satisfecho por la experiencia vivida. “Si tengo que hacer una valoración de todos estos años, ciertamente ha sido una experiencia maravillosa. Hemos podido crear un club creíble, reconocible y solvente. Hemos devuelto a Málaga al panorama nacional masculino, no solo con el primer equipo, sino también con la base, convirtiéndonos en uno de los principales clubes con mejores equipos juveniles de España. También hemos creado un equipo con jugadores con síndrome de Down, hemos podido colaborar con múltiples iniciativas sociales que merecen mucho la pena. Ahí están los ejemplos de nuestra implicación con Hogar Abierto, Admundi, Bisturí Solidario Fundación César Ramírez o la Fundación Juan Cruzado que se ha incorporado esta temporada”, ha recordado Camas.
De otra parte, el hasta ahora máximo dirigente del Trops ha destacado “la generosidad y valoración de nuestros patrocinadores, que no nos han abandonado en ningún momento, y me quedo con los grandísimos amigos que he hecho estos años en los que he estado como presidente del club. Me marcho dejando un club, creo, consolidado en la categoría, que cumplirá una década el próximo año y que se encuentra totalmente saneado y al día de pagos a sus proveedores, técnicos, jugadores, al día con sus obligaciones en la Seguridad Social y Tributaria”, Se ha congratulado.
Por último, Alberto Camas ha señalado que se marcha satisfecho con el trabajo realizado, “aunque con una espinita, al no haber conseguido el ascenso a la Asobal”, ha subrayado. “Aunque hemos hecho grandes esfuerzos por conformar una plantilla competitiva, con unos importantes presupuestos, no ha sido posible. Eso sí, lo mejor de estos años han sido las personas que he conocido, mi directiva, los jugadores, los patrocinadores, y el orgullo que he sentido por representar a Málaga, mi ciudad, por toda España”, ha relatado.
El lugar de Alberto Camas lo ocupará José Carlos Espina Ruiz, empresario malagueño de 43 años, licenciado en Dirección de Empresas y exjugador de balonmano, que se formó deportivamente en el Maristas, curiosamente, como portero, al igual que el presidente saliente, club con el que consiguió proclamarse campeón de España juvenil en el año 2000 e internacional con los Hispanos Júnior, y, tras pasar por el Summa Hoteles ya como sénior, llegó a jugar en el Antequera a las órdenes del hoy entrenador del F. C. Barcelona, el también malagueño Antonio Carlos Ortega, con el que ascendió a la Asobal.
Espina, que ya ha anunciado que, durante su mandato, se apoyará en el también empresario José Antonio Martín Cruzado, ha insistido en que asume el reto de presidir el Trops “con muchísima ilusión”, ha recalcado. “Soy una persona que, aunque los últimos años los he vivido como aficionado, he estado jugando al balonmano desde los ocho a 25 años. Empecé en Maristas, que era mi colegio, luego jugué en el Malagueta y en el Antequera. Así que, es una oportunidad que se me brida de poder devolver al balonmano todo lo que me ha dado”, ha justificado Espina.
Asimismo, el nuevo presidente del Trops Málaga ha insistido en que se pone al frente del club “con responsabilidad”, ha remarcado. “Alberto –Camas– deja el club saneado, con los pagos al día, con una directiva entregada al proyecto y, sobre todo, siendo un referente en la combinación de apoyos público y privado, y esto, en la historia del balonmano en Málaga, tristemente no ha sido lo habitual”, ha aclarado.
En cuanto a las metas que se propone, José Carlos Espina ha explicado que, a corto plazo, trabajará “en acercar más aún el club a la ciudad”, ha apuntado. “Quiero fortalecer el vínculo y ganar masa social. Y a medio o largo plazo, queremos que el club tenga una estructura amplia, que lo haga sostenible en el tiempo, más allá de personas o apoyos económicos concretos. El en la presente temporada se celebra el décimo aniversario del club y lo que queremos es que se conmemoren los 20 y los 30 años de la fundación de la entidad con la salud de ahora”, ha concluido el nuevo máximo mandatario del Trops Málaga que, en breve, tomará posesión de su cargo, revelando a Alberto Camas, tras casi diez años ocupando la presidencia del club.
