Inyección grande de confianza para el Costa del Málaga, que se dio una alegría en Carranque este miércoles. Victoria de prestigio, a la par que trabajada, de las panteras ante el Atticgo BM Elche (25-23) en un partido donde tuvo que bajar al barro para sumar dos puntos de mucha trascendencia. Un triunfo que le permite consolidarse en la tercera plaza, con un choque menos que el líder, de la Liga Guerreras Iberdrola. Crece la dinámica ascendente de las malagueñas, que han encarado una dinámica interesante en las últimas semanas. El calendario no afloja y el sábado toca otro examen de nivel.
Desde el inicio el equipo de Suso Gallardo cogía un gobierno que ya no soltaría hasta el final. Clabel, espléndida con siete goles, se turnaban el protagonismo para ofrecer las primeras rentas (6-4). Lo igualaban las ilicitanas, pero rápidamente la tijera volvía a abrirse ahora con Joana Resende al mando (9-6). Se movía el duelo en guarismos bajos porque Merche Castellanos y Nicole Morales estaban de dulce, ocho intervenciones para cada una al descanso. El marcador, 10-8.
El conjunto de Joaquín Rocamora apretaba mordiendo en los dos lados, pero aguantaban bien las locales. Primero era Resende desde los siete metros, ahora Clabel en penetración. En ese intercambio de golpes había un amago de break con Isa Medeiros haciendo daño desde la esquina. El 17-14 y el 19-16 invitaban a poner otra marcha, a enseñar colmillo. No levantaba la bandera blanca el Atticgo BM Elche, pero le frenaba Castellanos, que se marchaba hasta las 15 paradas. La primera línea zaragozana, en su primer gran partido en Málaga, aparecía para ponerle el lazo.
Triunfo de quilates de las panteras, que llenan la barra de la confianza y enlazan cuatro victorias. Aún no conocen la derrota desde que comenzara el curso. Se van dando pasos adelante en madurez y, sin descanso, este sábado estará de nuevo a prueba. Visita al Rocasa Gran Canaria, una de las grandes sensaciones en este inicio. Duro hueso. Antes toca saborear esta alegría en Carranque para el Costa del Sol Málaga, que sonríe y continúa escalando peldaños.