El Málaga Club de Fútbol tiene un calendario complicado en los próximos compromisos de LaLiga Hypermotion, con dos salidas consecutivas ante Burgos CF y Racing de Santander, la llegada del Deportivo de la Coruña a La Rosaleda, y la visita a Leganés. Con ocho puntos en la tabla y en la zona media clasificatoria, el conjunto de Sergio Pellicer se encuentra en la actualidad a la misma distancia de los puestos de playoff que del descenso, lo que refleja la igualdad de la competición en la categoría de plata de nuestro fútbol.
Si en las primeras jornadas se comenzó a hablar de objetivos más ambiciosos que la pasada campaña, es decir, aspirar a algo más que la permanencia, en estos días se ve el panorama con algo más de cautela tras tres jornadas sin lograr el triunfo. Las múltiples bajas, por infortunios, lesiones, y convocatorias internacionales, han mermado la plantilla y han restado competitividad a un grupo que tras las nuevas incorporaciones hacía albergar esperanzas de poder presenciar un fútbol vertical, con presión alta, con ambición, tal como ha manifestado el técnico de Nules en más de una ocasión. Los contratiempos, con algunas lesiones de larga duración en jugadores importantes en el esquema blanquiazul, han obligado a tener los pies en el suelo ante lo que está por venir en un campeonato liguero donde cualquier equipo puede ganar a cualquiera.
La situación obliga a tener prudencia a la hora de pensar en objetivos. Sergio Pellicer pedía “empatía” con el equipo antes del duelo andaluz ante el Cádiz CF. De cara al próximo encuentro en tierras burgalesas son, de momento, ocho los jugadores que no se encuentran disponibles, siete por lesión más Izan Merino, que se encuentra con la Selección Española Sub20 en Chile para la disputa del Mundial. De los jugadores que se encuentran en la enfermería se espera que el delantero Adrián Niño, aquejado de problemas en su tobillo izquierdo, pueda llegar a la cita del domingo en El Plantío (16:15 horas), aunque esta mañana ha entrenado al margen del grupo en La Rosaleda llevando a cabo labor de recuperación, junto a Carlos Puga, Joaquín, Ramón y Moussa.
Las ausencias obligarán al entrenador malaguista a buscar soluciones y dar minutos a jugadores menos habituales en Burgos. El Málaga viaja a El Plantío con la intención de romper otra maldición, como ocurrió en Huesca, pues no ha logrado ganar aún en el terreno de juego burgalés. Se espera un partido igualado ante dos equipos separados en la tabla por tan solo un punto, ocho tiene el cuadro de la capital de la Costa del Sol por los nueve que acumula el Burgos CF. Un triunfo en la jornada séptima sería un bálsamo importante para una plantilla, mermada actualmente, que afronta un complicado calendario a la espera de poder ir recuperando efectivos y subir el nivel competitivo para que se pueda ver reflejado en los resultados cosechados. Queda mucho calendario por delante y todo está por decidir.
