La gran victoria lograda por el Málaga Club de Fútbol ante el Deportivo de la Coruña ha dejado una resaca inesperada en la entidad de Martiricos. Cuando todo parecía indicar que regresar a la senda del triunfo tras cuatro derrotas consecutivas sería un auténtico bálsamo para todos, las declaraciones del técnico Sergio Pellicer en el post partido han dejado encendidas las alarmas de La Rosaleda y han mostrado que la mala dinámica de resultados ha levantado ampollas dentro y fuera del vestuario.
Las consabidas bajas acumuladas jornada a jornada han mermado y lastrado el potencial de la plantilla, algo que ha sido decisivo a la hora de lograr objetivos, pero el fútbol no perdona y los resultados son los que marcan el presente y el futuro. Cuando el esférico no entra, el primer señalado es siempre el técnico, en el Málaga CF y en cualquier otro club. A veces la permuta en el banquillo sirve de revulsivo y genera un cambio significativo, pero en otras muchas ocasiones, si el entrenador no es el principal culpable de la situación, los resultados no mejoran y el cambio se vuelve estéril. En el caso del cuadro de la Costa del Sol, con lo acontecido entre contratiempos y lesiones, no parece que la cuota de responsabilidad del técnico de Nules sea suficiente como para acometer una sustitución al mando del banquillo. Con 8 o 9 bajas por partido y con la cantera acudiendo al rescate, quizás el técnico más adecuado sea el actual, Sergio Pellicer.
El entrenador castellonense ha destapado la caja de los truenos con sus declaraciones en las que alude al lógico descontento de los jugadores que habitualmente no cuentan con minutos: “Yo no puedo garantizar que jueguen todos, yo garantizo que jueguen once y es normal que se enfaden con el entrenador, pero sí que es verdad que hay que respetar sobre todo las decisiones”, afirmaba el técnico malaguista en la sala de prensa de La Rosaleda, declarando además que “habrá gente descontenta por supuesto, es normal, y cuando van mal dadas pues aparecen en el juego subterráneo”, en clara alusión a algunas actitudes dentro del vestuario. Pero no queda ahí la cosa, Sergio Pellicer mandó un mensaje a la cúpula malaguista al ser rotundo a la hora de afirmar que “yo estoy expuesto a cualquier situación que se pueda dar y esta semana hablaré con la gente del club. Hablaré con el club, como todas las semanas, pero hablaré de otras cosas”, en clara alusión a las supuestas filtraciones que indicaban que en caso de derrota ante el Deportivo se podría producir una destitución del entrenador de Nules, a lo que el propio Pellicer aludió indicando en rueda de prensa: “Creo que si tenemos que continuar de esta manera con ese…si la derrota otra vez del entrenador, otra de las situaciones, mejor toma y hacedlo ya”, refiriéndose a su posible destitución. No es la mejor situación ni para el técnico ni para los jugadores, que el próximo domingo volverán a afrontar otra final, esta vez en Butarque ante el CD Leganés.
El técnico malaguista ha indicado en varias oportunidades que contaba con el respaldo de la dirección deportiva, en la última ocasión con algo más de dudas que en anteriores ocasiones. Loren Juarros, cuestionado por la situación del técnico tras varias derrotas, obvió pronunciarse y contestó sin mencionar al técnico: “Ya me conocéis, llevo dos años y pico aquí. Sabéis cómo funciono, cómo creo los modelos, en las cosas, en el tiempo, por lo tanto, creo que eso es suficiente demostración para no decir nada más”. Sacar la conclusión de que esta frase del dirigente burgalés es una reafirmación de la confianza en Pellicer es quizás aventurarse demasiado. Pero tal vez el mayor problema para la continuidad del preparador de Nules no sea el apoyo de la dirección deportiva, sino de la cúpula de la entidad de Martiricos, que podría estar barajando un cambio en el banquillo si la dinámica de resultados no continúa en clara mejoría. En cualquier caso, la incomodidad del técnico con la situación es clara y manifiesta, Pellicer ha servido de escudo al vestuario y soporta toda la presión cuando los resultados no acompañan. Tras la goleada ante el Deportivo, el complicado compromiso en Butarque ante el CD Leganés podría servir para apaciguar las aguas de manera más estable en caso de un nuevo triunfo, aunque el entrenador malaguista afirmó que “con cada derrota habrá ruido otra vez por la exigencia”. Habrá que observar como va transcurriendo esta semana tras las polémicas declaraciones de Sergio Pellicer para ver si definitivamente se apagan las alarmas de La Rosaleda.